La verdadera historia de los alimentos “Bio”
“Bio”, “Eco”, “Energéticos”, “Saludables”, “Naturales”, “Beneficiosos para la salud”…Frecuentemente aparecen en los envases de distintos productos alimentarios calificativos de todo tipo de para denominar a los nuevos alimentos.
Con ello se pretende no sólo poner de relieve el carácter de originalidad sino también atribuirle al alimento propiedades que lo hagan indispensable en nuestra dieta diaria…a veces pasando la frontera de lo legalmente permitido.
Como vamos a comentar en este artículo, detrás de pequeños cambios en el nombre de un producto alimenticio se esconden Reglamentos, Reales Decretos, pleitos entre marcas comerciales…
Por todas estas razones hoy traemos a Scientia uno de los asuntos más controvertidos relacionados con los nuevos alimentos y que aun está vigente…el etiquetado de los alimentos BIO.
Desde el año 1993 la presencia en el etiquetado de alimentos de los prefijos “Bio” y “Eco” era exclusiva de los productos elaborados bajo los sistemas de producción ecológica.
Sin embargo, este hecho no gustaba a la gran industria alimentaria ya que la palabra “Bio” transmite ideas como “vital” o “natural” que gustan mucho al consumidor. Debido a ello, y según citan diversas fuentes, la industria alimentaria presionó para que el calificativo “Bio”, que en toda Europa se limitaba a los productos ecológicos, se liberalizara en España a todo tipo de alimentos…y lo consiguieron.
Sorprendentemente, en el año 2000 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aprobó el Real Decreto 506/2001 según el cual se extendía el uso del prefijo y calificativo “Bio” a todos los productos alimenticios, procedieran o no de la agricultura o ganadería ecológica, dejando para los productos ecológicos exclusivamente el prefijo “Eco”.
La razón argumentada por el Ministerio para esta decisión fue que, según algunas encuestas, la gran mayoría de los consumidores asociaban el prefijo “Bio” con organismos vivos y solamente un 2% de los españoles lo relacionaba con la agricultura ecológica.
A partir de este momento el mercado alimenticio se pobló de alimentos que utilizaban el prefijo “Bio”. Yogures, zumos, bebidas lácteas…todo era “Bio”.
Ante esta problemática el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica denunció ante la Comisión Europea el contenido del Real Decreto 506/2001. En vista de los acontecimientos la Comisión Europea comunicó al gobierno español, mediante carta de emplazamiento, que dicha normativa era incompatible con el derecho comunitario por lo que España debía rectificar el Real Decreto, planteándose, en caso contrario llevar el caso al Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea.
Al final, y tras una dura resistencia por parte de la gran industria alimentaria y del gobierno español, las autoridades pertinentes tuvieron que promulgar el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos por el que se derogaba en el Reglamento (CEE) 2092/91.
Se volvía a la situación anterior. Según este reglamento, que entró en vigor el 1 de enero de 2009, los términos “Bio” y “Eco” solamente podrán aplicarse a alimentos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológica.
Muy “sencillo”. Todas las empresas del sector que utilizaban el famoso prefijo “Bio” para publicitar sus productos tuvieron que retirarlo del mercado e ingeniárselas para buscar nuevos slogans.
Veamos como lo solucionaron tres grandes empresas, Danone, el Grupo Pascual y Nutrition & Santé con sus tres productos estrella: Yoghurt “BIO” de Danone, “BIOFRUTAS” del Grupo Pascual y “BIOMANÁN” de Nutrition & Santé.
1) BIOMANÁN vs BIMANÁN: En mi opinión los más prácticos. Si se fijan ya no existe el producto Biomanán aunque la gente sigue solicitándolo por su nombre. Nutrition & Santé decidieron hacer los menos cambios posibles ajustándose a la nueva ley y simplemente eliminando una letra convirtieron el famoso “Biomanán” en “Bimanán”…así de fácil.
3) BIOFRUTAS vs PASCUAL FUNCIONA: La empresa Pascual decidió ir más allá y le cambio totalmente el nombre a uno de sus productos emblemáticos. “Biofrutas” se convirtió en “Pascual Funciona”, evitando así el calificativo “Bio”.
Sin embargo, el nombre parece que no terminó de convencer y en el año 2010 el Grupo Pascual decidió relanzar el producto y adoptar la estrategia de Nutrition & Santé…, le quitaron una letra y “Pascual Funciona” comenzó a llamarse “Bifrutas”.
Sin embargo, una pregunta deberíamos hacernos…Después de toda esta marejada de litigios, denuncias, cambios de nombre, etc…¿han sabido los productores ecológicos sacar partido a su prefijo? Yo no lo tengo claro…
Como hemos observado, la innovación y la diferenciación son claves en un mercado alimentario cada vez más competitivo. Debido a ello continuas guerras y estrategias siguen salpicando la publicidad de los productos alimentarios.
¿Qué pasó con el famoso Lactobacillus Casei Inmunitas? ¿Son fiables las marcas blancas? ¿Qué ha pasado con slogans tan repetidos como “recomendado por la clase médica”?….
Poco a poco iremos dando respuesta a estas incógnitas…si nos dejan…
Jose
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